El Guri Aznares, organizador de La Misión , ha decidido llamar a la serie de carreras que preceden a la “grande” o “verdadera” Misión que es la carrera de 160 kms que tiene lugar en la Patagonia en noviembre, “Short series”. Pero como a mi me chocan los extranjerismos gratuitos e innecesarios para decir en forma “fashion” lo que se puede decir perfectamente en nuestro idioma, prefiero decir simplemente “Misiones cortas”
Son dos carreras, una de 40 kms que tuvo lugar ayer, domingo 23 de mayo en Potrero de los Funes, provincia de San Luis, localidad ubicada unos 700 kms al este de Buenos Aires, y una segunda de 80 kms que tendrá lugar en septiembre en Córdoba. Ambas tienen por objeto de alguna manera preparar a los corredores para la más dura de noviembre y, para qué negarlo, usar la marca “La Misión ” para comercializar dos productos más. Como decíamos en marketing cuando yo trabajaba en consumo masivo, de lo que se trata es de transformar un producto exitoso, en una categoría de productos. Eso es lo que ha hecho Aznares.
Corríamos Rubén y yo y la carrera debía comenzar a las 9 de la mañana, hora en que, como había ocurrido toda la noche sin interrupción, llovía fuerte. Aznares postergó la largada para las 10 y esto más que una decisión sabia –porque fue azar, no sabiduría- fue una decisión afortunadísima: minutos antes de la largada de las 10 paró totalmente de llover y solo volvió a hacerlo diez minutos después de que yo llegara a la meta. Algo increíble.
Toda carrera de montaña se organiza siempre con un plan B y hasta un C para prever climatología adversa. Aquí hubo que recurrir al C. En el B se eliminaba el ascenso a 2000 metros sobre el nivel del mar (msnm) por la fuerte nevada que había tenido lugar en esas alturas, alcanzándose 1500 msnm como punto más alto. En el C, además, se cambiaba el circuito para evitar lugares donde las laderas podrían desmoronarse. El plan C o segundo circuito alternativo consistía en un lindo trayecto de montaña pero que se realizaba corriendo dos veces sobre un anillo de 16.5 kms (por lo que el total fueron 33 kms y no 40). El desnivel vertical acumulado del Plan A hubieran sido 2000 metros . No tengo idea cuanto fue el del C y el GPS no proporciona esta información.
Es claro que el trayecto era barro en prácticamente cada metro recorrido, luego de tantas horas de lluvia. Pero ni aún en los filos hizo mucho frío, aunque el suelo estaba nevado. Rubén y yo corrimos juntos la primera vuelta, pero al comenzar la segunda Rubén subió un cambio y se perdió de mi vista, adelantándose bastante. Yo corrí toda la segunda vuelta con Lucas, un nuevo corredor que ingresa a estas lides. Esta era su primer carrera de aventura y no le fue nada mal.
Rubén salió segundo en la categoría, o sea, hizo podio (4.53). Yo salí quinto con 5.17. Ganaron Gustavo Reyes (3.15) y Florencia Gorchs (4.33), a la que no vi en la largada, si no me hubiera acercado a saludarla. En el transcurso de la carrera uno nunca se encuentra con Flor, porque corre notoriamente más rápido. Luego de una prolongada ausencia del circuito, Florencia volvió sin haber perdido nada de la calidad que la llevó a ser número uno en carreras de aventura en el país. Florencia es el ejemplo más claro, pero en modo alguno el único, que demuestra con sus logros silenciosos pero que hablan sin necesidad de palabras, que las mujeres pueden correr más rápido que la mayoría de los hombres aún en las carreras más duras. Sólo me enteré que había corrido al ver los resultados en Internet. Completaron 228 corredores, 51 de ellos mujeres.
Rubén no solo corrió la segunda vuelta más rápido que la primera, le bajó a esta la friolera de 17 minutos, algo verdaderamente notable. En nuestra categoría completaron 31 corredores, lo que implica 6 percentil para Rubén y 16 percentil para mí. 26 corredores o no largaron o abandonaron durante el recorrido. El último corredor en llegar puso 8.40 y felizmente no hubo que rescatar a nadie. Comparado con Conquista tu Cumbre o La Misión “verdadera”, fue “light”, tanto en esfuerzo como en trepadas o distancia. Pero en cualquier caso, una linda carrera. Los corredores que demoraron de 6.30 para arriba, vieron y soportaron una abundante nevada, porque la lluvia que yo les dije que comenzó justo luego de que Lucas y yo llegamos, en la montaña fue nevada. Ellos la tuvieron más difícil que nosotros.
Como siempre, tal vez lo más lindo que deja este deporte son nuevos amigos. En esta carrera conocí a Francisco S. que piensa correr la maratón de Singapur, idea que no me desagrada pues no la he corrido y mi “palmarés”, como saben, no es ser el maratonista más rápido del país ni el que más cantidad de maratones ha corrido. Pero creo ser, sí, el que ha corrido en más países y ciudades, lo que claramente no es un mérito deportivo, sino un privilegio financiero, nada más, pero uno se conforma con lo que puede conseguir. Los otros, los logros deportivos de veras no están a mi alcance. También a Jorge A., de los “Correcaminos” (una de las “tribus” atléticas de Buenos Aires). Jorge compite en la misma categoría que Rubén y yo, pero aunque llegó apenas catorce minutos después de mi, salió octavo, por el obvio motivo de que justo detrás de mí venían otro par de veteranos. Y por supuesto, a Lucas P., con quien corrí codo a codo toda la segunda vuelta y con quien me saqué la inolvidable foto de llegada.
Un párrafo aparte merecen los rocambolescos hermanos Rodriguez Saa. Uno de ellos es hoy gobernador de la provincia y se encuentra en su segundo mandato. Lo precedieron cinco mandatos seguidos de su hermano. Entre ambos, han gobernado la provincia como un feudo durante 27 años. Su familia, lo ha hecho en 15 oportunidades desde que nació la patria federal.
En Potrero de los Funes por ejemplo, mandaron construir un circuito de Fórmula 1 alrededor de un lago, que si bien es artificial, es bonito y existe como tal desde hace décadas, de modo tal que el lago ha quedado encerrado y prácticamente no puede verse desde las orillas. Si iban a hacer algo así, hay en San Luis enormes áreas desiertas donde podía haberse concretado un circuito de Fórmula 1 sin alterar el paisaje y llevando turismo a regiones que lo necesitan, que no es el caso de Potrero de los Funes, una zona muy visitada por el turismo interno argentino. Donde antes uno se paraba para mirar el lago, ahora ve bloques enormes de cemento pintados de color rosa y sobre ellos, altísimos alambrados, todo lo cual oculta el lago. Y lo más delirante: se hizo sin hablar nada antes con la organización de la Fórmula 1 por lo que nunca vino la máxima categoría a correr a San Luis y es altamente improbable que alguna vez lo haga. También hicieron un lugar impresionante para realizar Festivales de cine que aspiraban competiría con Cannes o San Sebastian, nunca hubo tal cosa. Y un salón “a todo trapo” para ser sede de campeonatos mundiales de ajedrez, que jamás salieron de Europa. Acaban de terminar una réplica exacta y perfecta del Cabildo de Buenos Aires, con Plaza de Mayo enterita e idéntica incluido. Hacer de la Historia , un parque temático a la Disney , parece ser la consigna. También construyeron una pirámide “egipcia” de 47 metros de altura para ser sede de la gobernación. La pirámide está construida en vidrio, acero importado de tres países europeos y titanio. Como el actual gobernador es artista, o se dice tal, ha prohibido cortar los árboles secos, pues los prefiere pintados de colores vivos. También mandó pintar una colina de azul –sí, cada piedra o piedrita o roca que forma el cerro fue pintado de azul-. Toda la provincia es wi fi gratis y tiene autopistas por todos lados. He leído que la mitad de los kms de autopistas que tiene la República Argentina están en San Luis. Dichas autopistas están iluminadas toda la noche, pese a que circula un número muy reducido de vehículos por ellas. Esto lo comprobé viendo videos en el sitio de la empresa que construyó esas autopistas. Se observa que el tránsito es tan esporádico, que jamás podría haber justificado la iluminación total. Si alguien creyó que el feudalismo o lo real maravilloso eran términos que describían escenarios superados, se equivoca.